Tras
asistir a unas jornadas profesionales organizadas por el Colegio
Oficial de Arquitectos de Cataluña (COAC) sobre el sistema BIM, me
gustaría compartir abiertamente unas reflexiones:
1.
El sistema BIM1 es un concepto de integración de
datos del proceso arquitectónico. Su potencia es muy interesante
dado que permite un control sobre el proyecto, hasta ahora imposible
de llevar a cabo, especialmente si el proyecto es de grandes
dimensiones. Este sistema supone un aumento en el control
económico, del tiempo y de los errores
constructivos detectados a priori, al confluir en un solo modelo
todos los diseños de los diferentes equipos que intervienen en el
proceso.
Como
todo sistema de organización tiene una variable fundamental: el
objetivo. El que se plantea en la actualidad es el impuesto por las
constructoras: “ganar más dinero”
con eufemismos de idiotas2: “optimización”, “mayor
eficacia”, “más rendimiento”.... Es necesario tener en cuenta
que los gestores BIM plantean desde generar los pliegos de los
concursos, hasta el uso del edificio a 25 años.
2.
Como afecta a la figura del Arquitecto? Como consecuencia de
la actitud reaccionaria asociada a nuestra profesión, debemos
reconocer que llegamos tarde y que debemos subir al vagón de cola.
Hoy en día la realidad es que nos encontramos con un Colegio con
representantes que elogian el sistema BIM y sus desarrollos 4D, pero
que no tienen ni idea de generar un simple modelo 3D en un CAD
“tradicional”.
En
realidad, como bien explicó un representarte de las constructoras a
los arquitectos asistentes, se trata de un cambio en el proceso de
producción de nuestros estudios. Pero como
no hemos estado presentes en su generación ahora, para poder adaptar
este sistema al proceso de los estudios que desarrollamos en
Arquitectura, somos nosotros los que nos tenemos que adaptar a su
concepto de BIM. Se nos indica que “los
arquitectos nos tenemos que sacar de la cabeza que una linea es una
linea”, desde el principio la
linea es parte de un escalón
o de otro elemento en 3d con unas
características totalmente definidas y sobre todo con un precio
concreto.
Actualmente
el BIM aplica la filosofía5 de las grandes constructoras
e ingenierías de los EUA. Esto significa que el cambio de proceso
tiene una clara repercusión en el resultado arquitectónico, mas
allá de la pérdida de peso de la figura del
Arquitecto. Los personajes que encabezan este cambio, y no los
plebeyos que lo siguen, no perciben el “sabor a procedimiento”
explicado por Oiza4. Pero no lo perciben por
insensibilidad, sino porque simplemente no les interesa, y entienden
que lo principal es el dinero y el tiempo5 (que lo
traducen en dinero). Y en este sentido llegan a asimilar la
construcción a Arquitectura en aras de la rentabilidad. Los ejemplos
expuestos en la sesión informativa ilustraron perfectamente este
desinterés: un hotel “espectacular” en Dubai, un grandioso
centro comercial en…, un estadio de fútbol galáctico, o una selva
tropical en Granada, en la que el promotor era un arquitecto...
3.
Como repercutirá a nivel de honorarios de
arquitecto, la implementación de este sistema? Una
vez llevado a cabo el
trabajo por el que se le paga, el
lobby6 de las grandes constructoras, a añadir
la Ley de Servicios Profesionales (LSP), ha desarrollado un hoja de
ruta para imponer su objetivo en el sistema BIM, derivando parte del
gasto de su implementación a los estudios de arquitectura.
Progresivamente se irá premiando a quien utilice este sistema, hasta
que sea obligatorio en obra pública y extender, por lo tanto, su
uso. En conclusión, en realidad serán los arquitectos los que
asuman los costes informáticos, la formación
y las horas extra para aplicar BIM, sin que esto
repercuta en un aumento de honorarios.
4.
Si cambiásemos el objetivo del BIM
hacia el bien común, este generaría arquitectura pública
de calidad. En
este sentido, propongo desarrollar una
idea rápida
de como podría
ser el proceso BIM
según mi punto de vista:
Estudiar
con un analista BIM la necesidad, la viabilidad
económica y de uso a 25 años, de la obra pública solicitada; así
como la responsabilidad de los políticos y de los técnicos
públicos que la abalen.
Plantear
un concurso abierto de ideas con participación de
jurado.
Contratar
al equipo del estudio de arquitectura ganador. Con las
siguientes partidas:
Honorarios
para redacción del proyecto ejecutivo.
Honorarios
de horas en adaptación a BIM para realizar el
concurso de adjudicación de la obra.
Honorarios
de simbiosis BIM con la empresa adjudicataria .
Honorarios
en la fase de uso a 25 años, con pagos fraccionados.
Adjudicar
la obra mediante concurso. No puntuarían las
bajas del precio sino las mejoras.
Aplicar
la simbiosis BIM, consistente en la colaboración
entre el estudio de arquitectura y la empresa constructora para
generar el BIM. Se debería tener en cuenta es la empresa
constructora es la máxima interesada.
Gestionar
la fase de ejecución de la obra con BIM.
Fin
de obra, el peso del arquitectónico en el proceso descrito
supone como resultado ARQUITECTURA (en mayúsculas), dado que se
mitiga el objetivo del elemento más poderoso que solo busca
maximizar beneficios
-
Seguimiento
del uso del edificio durante los primeros 25 años, en el
que estaría implicado periódicamente el arquitecto del proyecto
vinculado al contrato firmado en contratación.
Para
finalizar, si el BIM
se aplicase con la filosofía del bien común
sería una herramienta poderosa que permitiría introducir mejoras en
los sistemas cada vez más complejos de creación arquitectónica.
Tendríamos que ser conscientes del potencial de este procedimiento
ya que permite el trabajo de la minería de datos3 (Big
Data), de cuyo análisis se pueden obtener resultados muy
esclarecedores para la previsión de tendencias y mejor resolución
de problemas en todas las fases del proyecto. Tampoco considero que
tengamos que ser reacionarios al concepto BIM, incluso su concepto de
extender la fase de control a 25 años; pero en todo caso se tendrían
que consensuar los términos.
Se
cuenta una parte de la realidad pero la realidad completa puede ser
totalmente diferente. Como ejemplo podríamos citar el objetivo BIM
aplicado a la ampliación del Canal de Panamá.
1.
BIM acrónimo del inglés, Building Information System.
En castellano el acrónimo sería MIC, Modeladado de
Información de Construcción. Término muy genérico en el que
caben muchos sistemas de análisis y procesos. Lo interesante es la
estandarización de los datos para la transferencia entre los
programas que se usan en el proceso constructivo. Como apreciamos ya
desde la etimología, la Arquitectura no tiene una mención directa.
2.
Idiota, se
refiere a la etimología
griega de la palabra.
En
este adjetivo encontramos la raíz ἴδιος /ídios/, que en
griego era “lo privado, lo particular, lo personal”. Con esta
misma raíz tenemos otros sustantivos como “idiosincrasia” (DRAE:
“Rasgos, temperamento, carácter, etc., distintivos y propios de un
individuo o de una colectividad”) e incluso “idioma” (DRAE:
“Del lat. idiōma, y este del gr. ἰδίωμα, propiedad privada.
Lengua de un pueblo o nación, o común a varios”).
Por
tanto, en principio, el idiota era simplemente aquel que se
preocupaba solo de sí mismo, de sus intereses privados y
particulares, sin prestar atención a los asuntos públicos y/o
políticos. Pronto esta palabra se convirtió en un insulto, ya
que en la Antigüedad grecorromana la vida pública era de gran
importancia para los hombres libres. Ser un idiota (como persona
preocupada solo de lo suyo) se convirtió en ser un idiota con la
acepción actual, ya que en la democracia era considerado deshonroso
no participar de ella.
3.
La filosofía de “construir lo peor posible”. El único objetivo
maximizar beneficios cumpliendo por la mínima la normativa.
4.
Sabor a procedimiento. Concepto
que explica Saénz de Oiza en la entrevista de la revista El
CROQUIS Nº 32-33 ISSN 0212-5683
5.
Tiempo, los idiotas confunden, o no son capaces de distinguir,
la diferencia entre valor y precio, lo que les sume en un error
cuando lo aplican al concepto de tiempo. Por lo que no son capaces de
asimilar que mil hombres en un día no son capaces de hacer, ni si
quiera de imaginar, lo que un hombre en mil días.
6.
Looby, segun
DRAE: (Voz ingl.). 1. m. Grupo de personas influyentes,
organizado para presionar en favor de determinados intereses.En
el parlamento europeo existen 30.000 loobistas registrados en
6935 “grupos de presión” para influir o dictar las normativas
europeas, frente a 31.000 funcionarios [El Pais 2014_11_07].